Lo que no todos muestran.

Ayer por la noche descubrí que, incluso la persona más fuerte en este mundo tiene un tope.

Llevo un rato intentando escirbir y no sé como ponerlo. Ayer cuando le ví, era incapaz de comprender como se sentía, pero creo que es una sensación de dolor tan grande que es imposible de entender si uno no lo vive.
Muchas veces no apreciamos lo que tenemos más cerca. Pasamos de nuestros amigos, de nuestra familia, y no nos damos cuenta de lo mucho que les echamos de menos hasta que no les tenemos a nuestro lado, o hasta que las cosas se ponen serias.
A mí misma me pasa con mi hermana. Te gritas por cualquier cosa, te peleas por una camiseta, por poner la mesa, y te puedes pegar enfadado tres días por meras tonterías. Y sin embargo, a pesar de lo mucho que nos podemos llegar a odiar, sé que sin ella me moriría.

Por eso, cuando ayer llegó ella a donde estábamos tomando un café, y después de tantos meses se derrumbó nada más llegar, fui incapaz de saber como reaccionar. Había sabido aguantar entera muchos meses. Nunca le había visto llorar por ello, solo una vez. Siempre había mantenido la sonrisa, siempre alegre, sin nungún problema aparente que le llevase a estar de malas con nadie ni por nada. Pero cuando ayer volvió de ingresar de nuevo a su hermano pequeño en el hospital preparado para ser operado de nuevo de un tumor cerebral, después de todo un año de viajes y hospitales, no pudo más. Y aún así, me parece que lloró poco.

Es un caso más, una situación desesperada de una familia más, que durante tantos años llevan sufriendo la crueldad del cáncer, en este caso en el más pequeño de la casa. Pero, fuera del ámbito de la dureza enfermedad, son una familia que merece admiración, y por el trato que mantengo con ella, puedo decir de mi amiga que es un ejemplo a seguir.
No todo el mundo es capaz de mantener una carrera, la carga de tu hermano enfermo, y todos los problemas que te trae tu vida diaria con una sonrisa más grande que con la que los mantiene ella. Nunca la oirás quejarse. Nunca le verás triste. Nunca te hará sentir partícipe de sus problemas. Ella se arregla sola, y solo sabe tratar contigo para hacer pasar un buen rato.

Muchas veces me pregunto como viviría yo una situáción así. No sé si me refugiaría en mí misma, si lo compartiría con todos o si lo sabría llevar de manera que no pudiese conmigo. Supongo que eso es algo imposible de saber si no lo sientes. Pero ayer comprendí que hasta la persona más fuerte, que hasta ella, tiene un límite.

La "otra" Navidad

Llevo días rompiéndome la cabeza acerca de cuántos regalos tengo que comprar estas Navidades, y de dónde voy a sacar tiempo para ir a buscarlos y dinero para pagarlos. Desde que acabé el colegio (hace algún tiempo), no he vuelto a oir nada más de la Navidad aparte de las ofertas de El Corte Inglés en estas fechas "tan especiales", y los anuncios de radio de Toys 'R Us anunciando todo tipo de juegos de mesa, muñecas y juguetes varios. En mi colegio, que era religioso (algo que agradezco, pues me dio una visión del mundo que ahora mismo es difícil de encontrar), durante el mes de diciembre y desde los primeros años de infantil hice todo tipo de manualidades, obras de teatro, historias o lecturas acerca de la Navidad y su significado religioso, al fin y al cabo era un colegio católico. Y a pesar de que la visión que se tiene de lo que te cuentan con 4 años a la que se tiene con bastantes años más es muy diferente, hay algo que permanece, la esencia de la historia. Tras mi paso por el colegio no me quedé con la histora religiosa como tal, hecho por hecho, sino con el significado que transmite. La inocencia, el amor, la promesa de la esperanza que, con el tiempo, hemos convertido en mero consumismo barato, como hacemos con todo lo que en este mundo tiene algo más de profundidad que la que estamos acostumbrados a asimilar. Por eso, cuando me han mandado este vídeo, no he podido evitar pensar en aquello que más me gusta de la Navidad. A todos nos encanta recibir regalos, no vayamos a pecar de modestia. Pero por alguna extraña razón, la Navidad trae consigo un sentimiento de bondad que, sin explicación alguna, nos impregna a todos y nos hace ver una realidad de amor y cariño. Una realidad que curiósamente esta siempre ahí, pero que nos empeñamos en ocultar (o se empeñan en ocultárnosla) bajo una capa de sentimientos no siempre tan puros.

Use your time wisely...

... life's too short to be wasted on useless things.
Exprime tu tiempo al máximo. Desarrolla tus habilidades, crece, viaja, disfruta.
Pero no pierdas el tiempo, porque el tiempo perdido, NUNCA VUELVE.

The Art Of Flight

Probablemente sea la impresión que provoca ver a los mejores riders del planeta hacer hacer saltos increíbles en laderas que nunca antes habían sido pisadas. Probablemente sea la fotografía de la película, la lentitud de movimientos que con el detalle de cada movimiento, de cada copo de nieve, de cada gesto, te deja anonadado. Probablemente sea la fascinación que provoca ver como otros se la juegan en cada movimiento, o la admiración que genera tanto atrevimiento y que te hace cuestionar si tú te atreverías si tú también serías capaz de hacerlo.
Probablemente sea su banda sonora, que concuerda perfectamente en cada momento,en cada escena, avivando incluso más si es posible la emoción que transmite cada salto.
Probablemente sea la habilidad de Red Bull de hacer películas en las que el riesgo extremo se convierte en la mayor de las atracciones, haciéndonos olvidar el peligro que conlleva mientras nos hace sentir como si estuviésemos viviendo cada instante nosotros mismos.
Probablemente sean las ganas de salir de la ciudad, de respirar otros aires, de decargar adrenalina acumulada.

Probablemente sean el estrés del trabajo que se acumula, de las prisas del día a día que te provocan esa necesidad de escapar de la rutina.
O no sé, probablemente sean sólo las ganas de probar algo nuevo, de desconectar, de lanzarse y descubrir nuevas experiencias.
No sabría decir con exactitud cuál de todas es la razón por la que The Art of Flight se merece que la vea otra vez. Quizás simplemente porque es buena... o quizás no. Pero a mí me ha encantado, y con eso me es suficiente.

Part II

La última vez que decidí empezar un blog fue hace aproximadamente 5 o 6 años, y para ser sinceros, ha llovido mucho desde entonces.
Vuelvo aquí solo con una idea: expresar todo lo que no puedo expresar en Facebook, ni en Twitter, ni en Tuenti, ni en ningún otro tipo de red social.
Vuelvo para hablar de lo que me gusta, sea lo que sea.
Y sobre todo, vuelvo... bueno, vuelvo porque necesitaba volver.